lunes, 4 de febrero de 2013

Bodega Cigaleña o como amar el vino:

Hace mucho tiempo que no hablo de ninguna experiencia en restaurantes y es simplemente porque no las tengo o no son relevantes, pero esta hay que contarla aunque sea levemente para que si a alguien le ayuda a disfrutar tanto como yo habrá valido la pena.

Han sido decenas las referencia hacia el buen hacer de Andrés Conde Laya y su restaurante Bodega Cigaleña en Santander, y por suerte y por ciertas coincidencias que no vienen al caso he podido disfrutar de una comida en su casa.

La comida es magnifica, buenos productos, sencillos pero bien cocinados, guisos ricos, pescados en su punto y quesos bien seleccionados, pero Andrés es realmente un mago en cuanto al vino se refiere, ya no solo por lo que tiene en carta (cartas hay muchas por el mundo), si no porque se ve que lo vive, lo siente y lo ama, y sin olvidar lo que sabe, pero todo ello con elegancia, sencillez, honradez y sin nada de fuegos artificiales, ni prepotencias.
Si fuéramos egoístas habría que mantenerlo en secreto, pero Andrés se merece mi pequeño reconocimiento, aunque me huele que Andrés no es persona de gustar alabanzas,  notoriedades y pertardeos varios, eso a mi me gusta y mucho.


En definitiva, déjense llevar por Andrés, veréis de que os estoy hablando y prepararos para gozar como niños chicos.
Por estos momentos de tanto disfrute cada vez estoy más convencido que mi vida tiene que estar dirigida hacia este mundo del vino, emociones como las vividas en la Cigaleña no las tenía desde hace mucho tiempo.

Saludos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí os iré presentando mis opiniones personales y comentarios de ciertas experiencias gastronómicas y vinícolas que me irán sucediendo.


El catador enmascarado.