Presentación añada de 2012, y allí nos presentamos a conocer el local, probar unos vinos y saludar a Eva, una de las comerciales de Vila en Madrid que fue la que amablemente me invito.
A mano izquierda del local una mesa entera llena de botellas de diferentes Burdeos 2012, de todas las denominaciones por haber y aun por salir (están en pleno proceso de crianza), cruditos, duritos y para entendidos en ver el potencial en ellos, a mi me cuesta un montón ver potenciales en estos vinos de Burdeos.
Inexperiencia total o falto de criterio ante tanto verdor cabernil, o merlotiano, solo fui capaz de tomar unos 12-15 de ellos, mi nivel de saturación me sobrepasaba. Vaya merito tienen lo que se dedica a buscar esos potenciales en vinos aun por hacer.
Otro Burdeos pero en mesa aparte estaba Domaine de Cambes, también con vinos del 2012 y otros ya bien hechos y maduros de 2006 y 2007 los cuales estaban bien ricos, aunque a mi entender parecían más viejos de los que eran, y los 2012 con buena pinta para estar ricos ya sin más madera, pero aun les quedan un año más, ¿lo veis como entiendo de vinos?, ¿un año más de barrica?, ¡si ya estaban ricos!.
Limpiemos tanino y vayamos a la mesa de Dominio de Pingus con su PSI, Flor y Pingus, además del nuevo vino de Peter Sisseck en Burdeos, Domaine Rocheyron.
Este último el mejor Burdeos de la tarde, aunque quizá "fácil" de beber, muy pulido, buen volumen y largo, ¿pero no debería estar más duro siendo un 2012?, si está sin terminar, y comparado con todos los demás Burdeos o aquí hay un salto dimensional de calidad, ¿o hay truco?, ¿o gran trabajo?..., lo veremos más adelante si se tercia el volver a probarlo ya terminado.
PSI y Flor en fase muy láctea y tánica, y curiosamente Pingus menos, más accesible, más fresco y menos maderas, va entrando más el uso de barrica usada y eso parece irle muy bien.
Nos vamos al Duoro, a Niepoort con su Charme y Batuta, 2012 igualmente, y aquí me cuesta menos ver su potencial, ya hay mineralidad, buena acidez, concentración y se atisba la elegancia rockera de estos vinos. Potentes y sedosos a la vez, grandes vinos.
De los inclinados valles del Douro nos vamos a la Sierra de Gredos, con los vinos de Comando G y Jiménez Landi. Otro tipo de mineralidad, otro estilo bien diferenciado, más aun en Comando G, vinos de poco color, poca extracción pero de una gran potencia garnachera, con su alcohol pero bien integrado, pero vinos para muy iniciados, e iniciados que les guste este estilo, podrían pecar de diluidos. Me gustaría volver a probarlos terminados, y aun más curiosidad de como evolucionan estos vinos, ni dudo ni dejo de dudar, simplemente no tengo punto de comparación. El Reventón y Cantos del Diablo más potentes, más extracción y taninos todavía bien rugosos, necesitan terminar crianza y pulirse, pero darán que hablar.
Terminamos el recorrido con unos champanes de variado gusto, del correcto al sobresaliente (L'Apôtre) pasando por un descolocador Tarlant 2003 Rosé que no entendí por su ligereza extrema, a gustos...
Pues esto es todo, se me escaparon un par de Oportos de Niepoort, pero por ir dejándolos para el final se terminaron escapándoseme (por falta de tiempo mio).
Pues una tarde más aprendiendo, disfrutando y lo mejor, sin dar codazos para poder acceder a las mesas, que somos muy amigos de las charlas a pie de mesa y no dejamos a los demás acceder a ellas.
Gracias a Eva y Vila Viniteca por la invitación.
Saludos
Alberto
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