Escapada de puente hacia La Rioja gracias a la gestión Luis Martínez en la Asociación de Amigos de la Vid y el Vino de Alcobendas y alguna ayuda del Ayuntamiento de Alcobendas.
Día 1 de Noviembre:
Tras el consiguiente madrugón y viaje por las magnificas curvas de las Merindades, llegamos a la bodega de Viña Real a realizar visita junto a su enóloga Eva de Benito.
Eva nos muestra paso a paso como se van haciendo los vinos de esta veterana casa riojana.
No esconde nada de las recetas a usar, sulfurosos, tartáricos, como se usan los famosos OVI para no usar bombas y usar lo más posible la gravedad, todo, no hay secretos ni formulas mágicas.
La bodega es imponente en tamaño, se mueven muchos millones de litros y eso hace que al menos vea a esta bodega como una pequeña industria, con todo lo positivo y negativo que conlleva.
Quizá y con todos mis respetos, a mi me asustan estos volúmenes, estas dimensiones, pero la historia de la bodega está escrita y sigue escribiéndose, ellos son los que deciden que camino es el correcto para su empresa.
La visita es perfecta, impecable de información y Eva es una gran profesional, se lo agradecemos.
Tras la visita nos dirigimos a la Bodega Contino donde cataremos los vinos de Viña Real con Eva:
Viña Real Blanco Fermentado en Barrica 2012
Viña Real Crianza 2010
Viña Real Reserva 2007
Viña Real Gran Reserva 2006
Pagos de Viña Real 2005
Muy correctos tanto el blanco como el crianza, por su precio no podemos pedir más.
El Reserva como el Gran Reserva están muy jóvenes, no demuestran su potencial, que algo tienen, o espero que tengan ya que ahora están algo anodinos.
Pagos de Viña Real en su linea habitual de más concentración, pero no es excesivo, tiene buen futuro con 5 años más.
Tras la cata de Viña Real nos despedimos de Eva y ahora nos atiende Verónica Remartinez, que pese a ya no estar en la bodega ha trabajado hasta hace muy poco con ellos y sabe todos los secretos de Contino.
La casa y la bodega es una preciosa casona-bodega antigua restaurada y que hace de ella un lugar mágico.
Verónica nos muestra la parte nueva como la antigua y nos da a probar distintas barricas y depósitos. Estamos disfrutando de la visita y de la alegre forma de explicarnoslo todo, un encanto de mujer, la deseamos lo mejor en su nuevo trabajo en Finca Allende.
Tras la visita a la bodega, comemos en ella con los vinos de Contino.
Contino Blanco 2010
Contino Reserva 2007
Contino Gran Reserva 2005
Contino Garnacha 2009
Contino Finca el Olivo 2009
Todos muy buenos vinos que disfrutamos en una agradable comida y sobremesa con Verónica.
Yo por destacar el Reserva y Gran Reserva, parece que la fama se la llevan el Graciano y El Olivo, que aun siendo grandes vinos quizá están en la linea de más madurez y extracción (que no sobre extración) que a mi me casan un poco, pero ojo, grandes vinos.
Camino a Logroño para cenar en unas horas en el Tondeluna de Francis Paniego.
Buena cena aunque los cuerpos estaban algo derrotados.
La carta de vinos escasa para los locos del vino como nosotros.
Algunos platos muy bien y otros creo que no funcionan, sin pegada, sin chispa, solo funcionales, pero para el publico que está destinado creo que cumplen su función y seguro que tendrá mucho éxito el local.
A dormir unas horas para levantarse no muy tarde para ir a visitar la bodega Abel Mendoza.
Dia 2 de Noviembre:
Nos recibe Abel que llega de un paseo con sus perros por el campo.
Tras tomar fuerzas Abel con un reconstituyente cafe y una magdalena, empezamos la charla, y así se podría más llamar la visita, más de conversación que una visita a bodega convencional.
Abel sin olvidar de explicarnos su forma de trabajar, de hacer sus vinos, como son sus viñedos, etc. etc., nos cuenta muchas cosas de la burocracia de la D.O. y otras administraciones que hacen que su labor no sea solo de hacer buenos vinos y dar prestigio a esta región, si no también de lucha contra los elementos indeseados.
La conclusión es que Abel es que es Asterix rodeado de locos romanos vestidos de traje y batas que moldean y modulan las normas y leyes para no dejar trabajar a los pequeños y no sumisos bodegueros y viticultores de la Rioja.
Como la cosecha esta reciente todavía no hay ningún vino terminado, pero probamos varios de ellos en proceso de terminarse, y aunque él no se quiere mojar todavía, los vinos muestran una acidez y finura que me extrañaría que no estuviéramos hablando de una gran añada, escasa, pero muy buena.
Seguimos la charla mientras probamos botella su joven de 2012 y su crianza 2008.
Hay varios tipos de visita a las bodegas, pero esta aunque no hayamos probado muchos vinos, nos deja un grato recuerdo de una viticultor con las ideas muy claras y que no va a dar su brazo a torcer ante las adversidades que le atenazan.
Gracias a Mayte y Abel por tratarnos tan bien.
Nos movemos a Laguardia a comer en Marixa.
La comida bastante decepcionante, servicio muy casposo, y qué decir de la carta de vinos, imperdonable estando donde esta situado.
Eso sí las vistas desde el restaurante son espectaculares, lastima que lo que entra por la boca no esté a la altura de lo que entra por los ojos.
Paseo por Laguardia, visita a alguna tienda de vinos, también con servicio muy mejorable, pero merece la pena el paseo por este pueblo tan bonito, aunque mejor no visitar un día de puente, demasiada gente, pierde su encanto.
Vuelta a Logroño, visitamos alguna tienda de vinos y hacemos tiempo a introducirnos en los pinchos de la calle Laurel.
Solo vamos a mencionar La Tavina, y por cierto muy bien, vinos interesantes, bien de precio y la comida más que aceptable, en general todo rico.
Volver a comentar lo lamentable de algún otro local de hostelería en cuanto al servicio del vino.
Al pregunta si tenían más vinos que los expuestos en la pizarra (ya que tenían restaurante era lógico pensarlo), su respuesta fue "¿qué vino queríamos?", a tal pregunta me quede con las ganas de decir un Montrachet, aunque solo dije que si de los 200.000 vinos del mundo (por no decir millones) tenía que elegir alguno, ¿no serán ustedes quien me tengan que decir que tienen?
Lamentable una vez más lo que se sabe de vinos y su servicio en la restauración, y más lamentable donde estábamos, El Laurel, Logroño, La Rioja.
Pero bueno, pasamos un buen rato, algún vino aceptable, buena compañía y algún bocado rico.
Día 3 de Noviembre:
Domingo visita a Haro, paseo por el Barrio de la Estación y botella en la Bodega Gomez Cruzado, que no conocíamos ninguno. Un Gran Reserva de 2001 que nos tomamos al sol en la puerta de la bodega y nos gustó a todos.
Algún pincho por Haro y de vuelta a Madrid.
Como siempre muy interesantes las visitas, una bodega grande, una mediana y otra pequeña y guerrera.
Buenos vinos, buena compañía y hasta de vez en cuando buen tiempo y comida.
Saludos
Alberto
Viña Real:
Contino:
Abel Mendoza:
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